La transmisión del nuevo coronavirus o COVID-19 en comunidades de todo el mundo y los Estados Unidos está causando interrupciones en la forma en que se llevan a cabo los negocios.
Es imposible ahora viajar a lugares como Italia, China y Corea del Sur, y a nivel nacional, viajar a lugares como Seattle, Washington no es muy recomendable.
En los Estados Unidos, el condado de King en el estado de Washington, es el lugar con más casos de COVID19 o Coronavirus y más muertes.
Las interrupciones en la cadena de suministro de muchas compañías, la escasez de productos son otras formas en que este virus está afectando las economías globales y locales. Tanto es así, que el mercado de valores está reaccionando en consecuencia a este estado de incertidumbre.
Pero COVID19 no es el único evento que ha afectado a la economía. Muchos desastres naturales y creados por el hombre provocan considerables perturbaciones económicas.
A lo largo de la historia, guerras, huracanes, disputas económicas, pandemias traen su parte de incertidumbre económica.
Desde un punto de vista legal, uno de los primeros efectos es en la cancelación de contratos. El 6 de marzo de 2020, el Festival South by Southwest en Austin, Texas (SXSW) fue cancelado, trayendo un duro golpe a las empresas locales, entre ellas restaurantes, hoteles, alquiler de equipos de sonido, etc.
Desde entonces, muchos otros eventos masivos se han cancelado.
La mayoría de los contratos tienen una cláusula llamada fuerza mayor o actos de Dios. En inglés es llamada Force Majeure. La causa de fuerza mayor es una disposición que “disculpa a una parte de no cumplir con sus obligaciones contractuales que se vuelven imposibles o impracticables, debido a un evento o efecto que las partes no podrían haber anticipado o controlado”. Entre esos eventos se encuentran inundaciones, terremotos, ataques terroristas, guerras y, por supuesto, epidemias o pandemias.
Sin embargo, el diablo está en los detalles. Las grandes empresas redactan esas disposiciones para disminuir el impacto de cualquier pérdida y la transmiten, por ejemplo, a proveedores o empresas más pequeñas.
Esta crisis de COVID-19 traerá desafíos especiales a las empresas debido a cancelaciones, reducción de la demanda, disputas sobre reclamos de seguros, falta de flujo de caja, disputas entre socios y más.
Es prudente que revise los contratos y pólizas de seguro en los que está involucrado usted y su negocio.
Algunos gobiernos locales pueden implementar cambios en la forma en que se llevan a cabo los negocios bajo este estrés, como un aplazamiento de pagos o incentivos económicos. Además, es probable que cada sistema legal y jurisdicción proporcione una respuesta diferente a una situación de incumplimiento de contrato.
Estén atentos a los comentarios de nuestro blog sobre los últimos eventos y las intersecciones entre las noticias y la ley.
Si tienes preguntas, deseas revisar o actualizar tus contratos, llámanos para una consulta con el abogado Marcos E. Garciaacosta al (480) 324-6379.